¿Alguna vez has tenido la sensación de que no disfrutas lo suficiente los fines de semanas y de que llegas al domingo casi más cansado o cansada de lo que estabas el viernes?

Muchas veces sentimos la presión por disfrutar y descansar en los dos días del fin de semana todo lo que no hemos disfrutado y descansado durante los otros cinco días. Esto nos genera una sensación de urgencia y, por tanto, de agobio.
Esta presión proviene, en muchos casos, de una rutina semanal desequilibrada. Cuando estamos atrapados en el trabajo o en las responsabilidades diarias, a menudo no nos permitimos darnos tiempo para descansar y para hacer cosas que nos gusten.
Por eso, cuando llega el fin de semana queremos desconectar y llenarlo de todas esas actividades que no nos hemos permitido hacer durante la semana. A lo largo de la semana las consideramos actividades «no productivas» y, por lo tanto, una «pérdida de tiempo». Durante el fin de semana se convierten en una «obligación».
Si hemos pasado toda la semana intentando ser productivos al máximo, probablemente lleguemos al viernes con una gran sensación de agotamiento y mucha carga mental. Por desgracia, no tenemos en nuestra cabeza un interruptor que podamos pulsar el viernes para que nos apague los pensamientos y el estrés. Más bien, lo más probable es que nos los llevemos al fin de semana.
Si te has sentido identificado o identificada con esto, te invito a que eches un vistazo a tu agenda y te hagas las siguientes preguntas:

¿Cuánto tiempo reservas para cuidar de ti mismo/a?
¿Cuánto tiempo te queda para descansar?
¿Y para hacer cosas que disfrutes de verdad y que te brinden un momento de desconexión?
¿Y para simplemente no hacer nada?
Recuerda, no se trata de llenar cada minuto del fin de semana de actividades, ni de pasártelo tirado/a en el sofá a ver si, por arte de magia, conseguimos descansar algo.
La clave está, más bien, en buscar un equilibrio entre la semana y los fines de semana. Intenta incorporar, en la medida de lo posible, pequeñas actividades de disfrute durante la semana. Esto te ayudará a sentirte más descansado/a y a disfrutar más plenamente de tus fines de semana.
El arte del descanso es una parte del arte de trabajar.
John Steinbeck